
CHÁO GÀ – Sopa vietnamita de arroz con pollo
Hoy te voy a proponer una típica sopa vietnamita de arroz conocida como cháo gà.
Es una sopa reconfortante y, a la vez, ligera. Apetece en cuanto refresca un poquito, aunque la puedes tomar en cualquier momento, tal y como hacen los vietnamitas, que a pesar de su clima tropical, cálido y húmedo no dicen nunca que no a un buen desayuno o almuerzo compuesto por un bol de sopa de arroz.
Las variantes son muchas, puesto que las puedes encontrar de pollo, de costilla de cerdo, de almejas e incluso de caracol de mar; aromatizadas con setas shiitake, con cebollino, cilantro… en fin, que puedes convertir tu sopa de arroz en una receta tan exótica como quieras. No obstante, la receta de arroz que te muestro hoy es de las más sencillas, pues es la que cocino con más cariño.
Te puede apetecer comer sopa de arroz estando fresco como una rosa, pero te aseguro que cada vez que hay alguien enfermo en casa, o te levantas con fiebre y no quieres otra cosa más que volver a la cama, taparte con la manta hasta los ojos y pasar la gripe en posición horizontal, preparamos esta receta a modo de poción mágica de Astérix. A mí me gusta pensar que tiene propiedades curativas; no sé si la sopa calentita en el estómago es mano de santo o si el calor de la misma te hace sudar hasta que se te pasa la fiebre… la cuestión es que en ese estado, es lo que a mí más me apetece y que hasta la fecha, nos ha funcionado muy bien en casa 🙂
En cualquier caso, te animo a que cocines esta sopa de arroz tantas veces como te apetezca, porque no sólo entra perfectamente cuando no estás en óptimo estado, sino porque ¡está muy buena!
¡Manos a la obra!

Pues ahora que parece que el invierno ataca de nuevo, apetece mucho 🙂
Es verdad, Martes de cuento! Pefecto para este fin de semana si estás por Barcelona! 😅😉😘😘😘
Uno de mis platos favoritos cuando estuve viviendo en Hanoi. Ideal para esos días que no te encuentras del todo bien y necesitas una comida calentita y reconfortante 🙂 🙂
¿Así que viviste en Hanoi? ¡Qué maravilla! Y por cierto, totalmente de acuerdo con lo bien que sienta cuando está uno pachucho 😉